miércoles, 14 de marzo de 2007

Ay, dios

El miércoles, el dios que dirige los destinos del fútbol peruano comió mucho ají, se molestó con su pareja o se peleó con el vecino. De que algo malo le pasó, no queda duda; porque no existe un ápice de razón para entender los trastornos que sufrimos a mitad de semana.
Primero fue la noticia que Sport Ancash perdió cuatros puntos en el campeonato pasado y, por lo tanto, la categoría en el presente torneo. Ello originó que José Gálvez, condenado al purgatorio de la Segunda Profesional, llegue a la puerta de la profesional. Cosa de locos, porque la Amenaza Verde ya jugó – si es que los dirigentes no se han dado cuenta- siete fechas del Apertura 2007; y si la FIFA confirma la sanción cómo se hace con los partidos y los puntos que ganaron y perdieron los ancashinos.
Más tarde, el Señor de los Dolores y el de los sufrimientos y las lágrimas se apareció con todo su esplendor en el estadio de Matute. Alianza Lima re-confirmó que en las competencias internacionales es un neonato. Tres encuentros, tres derrotas, cero puntos, nueve goles en contra y mucha, pero mucha vergüenza. Ay, dios del fútbol peruano está bien que no seas el mejor de todos, pero por favor otro día no comas mucho ají o no te pelees con el vecino.

domingo, 4 de marzo de 2007

Ganamos pero...

Perú ganó ayer al poderoso Brasil en el Mundial Sub 17 por 2-1; pero por favor, no celebre en demasía. Póngale una ancla a su emoción y otro lastre a su entusiasmo. Este triunfo no servirá de nada si Perú no clasifica a la segunda etapa del certamen. Según el reglamento los tres primeros de cada grupo avanzan a la fase final donde lucharán por cuatro cupos al Mundial.
El equipo patrio desdibujó al monstruo y actual campeón de la categoría. Le quitó el balón, generó jugadas de riego, evidenció ese linaje de los años 70, de toque y paredes; pero por favor, modere su ímpetu: Perú no es la mejor selección del mundo. Su juego prolijo tendrá que reafirmarlo mañana ante Bolivia, que derrotó al anfitrión Ecuador.
El técnico Juan José Oré planificó un encuentro perfecto. Sabía que tenía que copar el mediocampo para quemarle los circuitos de juego a los auriverdes, pero tranquilo, por favor, el estratega tendrá que demostrar toda su capacidad en los próximos encuentros, ahora que todos los mirarán con otros ojos y la confianza puede contaminar a sus jugadores.
Es verdad que pocas veces hemos visto a un delantero peruano tener locos a los defensas con camiseta de la selección cinco veces campeona del mundo. Reimond Manco jugó para que palpiten los corazones peruanos, pero por favor, no se la crea todo. El martes luego del encuentro con los boliviamos seguimos.

sábado, 3 de marzo de 2007

El Clásico lo cura todo

Los clásicos son el analgésico perfecto para acabar con todos los males. Son el jarabe efectivo para combatir la fiebre o el dolor estomacal o el dolor de cabeza o la infección (con inflamación). El clásico que se disputa hoy desde las 7.45 será el purgante para que Alianza Lima o Universitario de Deportes expectoren los demonios que, al primero, lo obligaron a tener una diarrea en el Estadio Morumbí de Brasil ante el Sao Paulo y, al segundo, una congestión de gases, el último domingo, en el polvoriento Campeones del 36 de Sullana frente al Alianza Atlético.
Los compadres llegan a este encuentro humillados. El saco de goles que recibieron los grones fue vergonzoso porque denigró su ya denigrada imagen internacional y tal vez no lo sea tanto porque fue ante un grande de Sudamericana. El bulto de goles que consiguieron los cremas en la Perla del Chira es vergonzoso porque fue ante un equipo que el año pasado jugó la baja y salvo Sydney Pfaifer no tiene un jugador descollante, y tal vez no lo es tanto porque fue hace una semana y, como se sabe, solo el tiempo lo olvida y lo cura todo.
Quién gane esta noche tomará el suero que sólo la victoria otorga a los triunfadores. El que pierda seguirá con su fiebre, su dolor de cabeza, su dolor de estómago etc

viernes, 2 de marzo de 2007

San Malingas

Roberto Jiménez duerme en la ciudad más europea de América Latina: Buenos Aires; pero vive en Malingas. Cada actuación del delantero con camiseta de San Lorenzo es seguida con veneración por sus paisanos en ese pobre caserío de Piura habitado por menos de mil personas. Muchos de ellos recorren los casi 15 kilómetros que los separan de Tambogrande, donde hay televisión por cable, para sentir en vivo y directo los goles del hijo ilustre.
Si su solo presencia en San Lorenzo, uno de los grandes del fútbol argentino, es alegría para los malingueños, los goles que Roberto empezó a anotar la semana pasada son fiestas patronales.
Jiménez ha tenido la genial idea de ordenar la instalación del sistema de energía con paneles solares para después instalar cable en su casa. Sus paisanos podrán gritar junto a sus hermanos, su mamá Santos y sus papá Clotario sus infladas de redes.
De patito feo en el equipo que dirige Ramón Díaz, con cinco delanteros con más cártel por delante, ‘Malingas’ a punta de goles se ha ganado un lugar en la delantera del ‘Cuervo’. El fin de semana viene Boca Junior, y Roberto sueña con anotarle un gol. A pesar que su técnico no lo ponga de titular.
Han llegado informaciones que los habitantes de Malingas odian con alevosía un tal ‘Pelado’ Díaz: Les quiere quitar su felicidad.